domingo, 25 de abril de 2010


Siempre es preciso saber cuando se acaba una etapa de la vida.

Si insistes en permanecer en ella, más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto.
Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos.
Como quiera llamarlo, lo importante es poder cerrarlos, dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.

¿Terminó un trabajo?, ¿Se acabó la relación?¿Ya no vive más en esa casa?¿Debe irse de viaje?¿La amistad se acabó?
Puede pasarse mucho tiempo de su presente "revolcándose" en los por qués, en devolver el casette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho.

El desgaste va a ser infinito porque en la vida, usted, yo, su amigo, sus hijos, sus hermanas, todos y todas estamos abocados a ir cerrando capítulos, a pasar la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.
No podemos estar en el presente añorando el pasado.
Ni siquiera preguntándonos por qué.
Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltar, hay que desprenderse.

No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.
No.
¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!

Por eso a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, papeles por romper, documentos por tirar, libros por vender o regalar.
Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.

Dejar ir, soltar, desprenderse.
En la vida nadie juega con las cartas marcadas, hay que aprender a perder y a ganar.
Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente.
El pasado ya pasó.
No esperen que le devuelvan, no espere que le reconozcan, no espere que alguna vez se den cuenta de quién es usted.

Suelte el resentimiento, el prender "su televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarlo mentalmente, envenenarlo, amargarlo.
La vida esta para adelante, nunca para atrás. Porque si usted anda por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrá desprenderse ni vivir lo de hoy con satisfacción.

Noviazgos o amistades que no clausuran, posibilidades de "regresar" (¿a qué?), necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios que lo invadieron. ¡Si puede enfrentarlos ya y ahora, hágalo!, si no, déjelo ir, cierre capítulos.
Dígase a usted mismo que no, que no vuelve.
Pero no por orgullo ni soberbia, sino porque usted ya no encaja allí, en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese escritorio, en ese oficio.

Usted ya no es el mismo que se fue, hace dos días, hace tres meses, hace un año, por lo tanto, no hay nada a qué volver.
Cierre la puerta, pase la hoja, cierre el círculo.
Ni usted será el mismo, ni el entorno al que regresa será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático.

Es salud mental, amor por usted mismo desprender lo que ya no está en su vida.

Recuerde que nada ni nadie es indispensable.
Ni un persona, ni un lugar, ni un trabajo, nada es vital para vivir porque:
- cuando usted vino a este mundo 'llegó' sin ese adhesivo, por lo tanto es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy le duele dejar ir.
Es un proceso de aprender a desprenderse, y humanamente se puede lograr porque, le repito, nada ni nadie nos es indispensable.

Sólo es costumbre, apego, necesidad.
Pero... cierre, clausure, limpie, tire, oxigene, despréndase, sacuda, suelte.
Hay tantas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escoja, le ayudara definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.

Esa es la vida!

miércoles, 21 de abril de 2010

A veces la vida nos hace pasar por unos momentos duros, que sin avisar se te presentan y no sabes como reaccionar.
No puedo darte soluciones a todos los problemas de la vida, ni tengo respuestas para tus dudas o temores, pero puedo escucharlas y buscarlas junto a tí.
No puedo evitar que tropieces, solamente puedo darte mi mano para que te sujetes y no caigas.
No juzgo las decisiones que tomas en la vida, me limito a apoyarte, estimularte, y ayudarte si me lo pides.
No puedo evitar tus sufrimientos cuando una pena te parta el corazon, pero puedo llorar contigo y recoger los pedazos para reconstruirlo de nuevo.
Ahora las lagrimas no te dejan ver nada, pero cuando se sequen veras que el sol sale cada mañana para todos.

lunes, 19 de abril de 2010

Se que puedo controlar mis pensamientos
pero no consigo callar el sentimiento.
No pretendo que lo dejes todo por mi amor
no te digo que conmigo te va a ir mejor
solo pido que no ignores a tu corazon,es el unico que siempre tiene la razon
He inventado mil razones para olvidarte,he luchado con mis ganas para no llamarte.